HISTORIA DE LA FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS
Don Manuel Juica Munive
Refiere don Manuel, que era trabajador de Correos – Satipo, que él se encargaba
ya varios años en la recepción y entrega de cartas en su oficina al costado de la
municipalidad de Satipo, en plena plaza principal, que un día llegó Alberto
Fujimori en 1988 al Centro Experimental La Molina en Portillo Alto, de donde
salía con sus botas junto al Ing. Cesar Vásquez que era el administrador de esa
Estación. Surge la amistad cuando a través del Correo se enviaban y recibían
documentos. Así que siempre don Alberto iba al Correo y luego se iba a tomar
un café por la tarde con su amigo al Café Azul de Satipo. Allí conversaban hasta
caer la noche y descansar en el hotel.
Don Manuel Juica estaba bien relacionado con la población satipeña y visitantes,
la gente visible de Satipo, ya que todos acudían de una u otra manera al Correo
Satipo, allí le hacían llegar sus inquietudes y comentarios sobre la situación
política nacional, regional y local. A través de los periódicos y noticieros se
enteraban lo que estaba pasando.
Cuando en 1989 Don Alberto inicia su campaña, llega a Satipo nuevamente,
nadie le conocía, porque estaba en el último lugar de las encuestas. Vargas Llosa
era el favorito. Así que Don Alberto se dirige a Manuel Juica que era su único
amigo conocido en la provincia y le cuenta su aventura de lanzarse a la
presidencia, pidiendo ideas que necesitaba la población satipeña.
De modo que Manuel, conocedor de la problemática y aspiraciones satipeñas le
propone entre otras ideas la creación de una universidad en la provincia de
Satipo; lo que acepta Don Alberto como una buena propuesta, que lo tomaría en
cuenta. Don Manuel Juica y Don Constantino Péndula en Satipo apoyaron la
propuesta de Don Alberto y comienzan a hacerle campaña en algunas paredes
de la ciudad, sin pensar que iban a ganar.
En 1991 llega el Presidente de la República a Satipo arribando en el campo de
aviación de ese entonces, a donde se había congregado todo el pueblo; en medio
de aplausos una larga caravana de seguidores, camarógrafos, seguridad y una
multitud de gente abarrotó por todas las calles y plaza. Le acompañó don Manuel
Juica a la plaza, luego a ver la situación del Coliseo Shirampari, el Hospital, el
terreno del Divino Niño, Irazola y otras instituciones. En otra oportunidad llegó
por el aniversario, el estrado estaba frente a la Iglesia matriz, donde la plaza se
llenó de comunidades nativas por el desfile. En otra oportunidad llegó a
inaugurar el Colegio Rafael Gastelúa con grandes medidas de seguridad. Siempre
estaba en coordinación con Don Manuel Juica
Luego entre 1991 y 1994, Don Manuel viajaba a Lima a gestionar en su calidad
de responsable provincial de su movimiento político y se entrevistaba
directamente en palacio de gobierno con el presidente. La idea de pedir la
universidad ya estaba en la mente de los satipeños, todo iba madurando y se
estaba buscando la forma de crear. Don Alberto que había sido presidente de la
Asamblea Nacional de Rectores conocía los pasos para hacer una creación, así
que era importante su apoyo.
En 1993, al alcalde provincial era Alejandro Morvelí, las condiciones eran
propicias para la creación de la Facultad. A mediados del año 1994, cuando fue
don Manuel Juica a Lima se entrevistó con el mismo presidente de la República
para tratar el tema de la universidad; allí en el palacio de gobierno hicieron
coordinaciones; el presidente llamó al Ministro para que interceda y converse
con el Rector de la Universidad sobre el tema, a fin de concretar la creación. Así
que el Ministro llamó al Rector por teléfono a fin de concretar el pedido satipeño
sobre la propuesta de crear una filial en Satipo con carreras ligadas a la
agricultura. Luego el Rector hizo los buenos oficios al analizar la idea de creación
formalmente y coordinó con el alcalde Provincial de Satipo para que en su calidad
de alcalde sea el que encabece este pedido. En Satipo, la aspiración era justa y
necesaria, así que el alcalde provincial que ya tenía en sus planes la creación
organizó su comitiva y se hizo reuniones convocando a la gente que respalden la
propuesta, así entonces se hizo el proyecto de creación; luego se viajó a
Huancayo para hacer el pedido un 26 de noviembre de 1994.
Doña Hilaria Rojas
Era Bachiller en Ingeniería Forestal de la UNCP que residía en Satipo, y en los
años 1980 se dio cuenta que la realidad del trópico era diferente al de la sierra, las especies y ecosistemas eran diferentes, así que siempre que tenía la
oportunidad de entrevistarse con las autoridades de la UNCP les sugería que
haya una sede de la universidad en la zona, ya que era una realidad totalmente
diferente. Luego en el año 1991 ocupó el cargo de Jefe de Cooperación Popular
en Satipo y de ese modo se relacionó con muchas autoridades y apoyó la
propuesta de creación de la Facultad de Ciencias Agrarias dentro del Comité de
Apoyo.
Don Alejandro Morvelí Castro
En 1993 llegó a ser alcalde provincial de Satipo, y fue quien tuvo que hacer el
pedido en una reunión candente de Asamblea Universitaria UNCP en Huancayo.
El Ing. Rubén Caballero le había preparado un discurso indicando la importancia
de las especies forestales y los recursos naturales de la zona; pero Don Alejandro
no entendía los nombres científicos de las especies forestales y leerlas iba a ser
un problema. De modo que ateniendo a sus cualidades de orador de la iglesia
cristiana, decidió hablar solo, sin papel. Llegó el momento de hablar después de
mucha espera. Alguien de la Asamblea indicó al Rector que estaba presente el
alcalde de Satipo y se le debía dar uso de la palabra. El Rector asintió. Don
Alejandro se paró frente a todos, tomó aire y dijo:
“Así como las aguas del río Mantaro calman la sed en todo el valle del Mantaro
y sus aguas van hasta la selva a dar de beber a los animales y plantas en su
recorrido; así también queremos que la sabiduría de la universidad que derrama
en el valle del Mantaro vaya a la selva de Satipo, donde hay jóvenes sedientos de
conocimiento, que el pueblo sabrá reconocer…”
Luego de los aplausos, se planteó una moción opuesta por parte del decano
Sánchez Marín de la Facultad de Economía, quien sostenía “Que no se podría
crear sedes para abandonarlos ya que mi facultad de Economía en la misma sede
central no tenía ni siquiera las carpetas suficientes y sus estudiantes reciben las
clases parados…”. Sin embargo, más adelante se aprobó por mayoría la creación
de una Facultad en Satipo de acuerdo al proyecto de creación. Luego había que
celebrar, donde la municipalidad de Satipo tuvo que solventar los gastos de dicha
celebración, de modo que invitaron a una cena a todos los integrantes de la
Asamblea a fin de terminar de convencer, en especial con los decanos que no
estaban de acuerdo, según refiere Don Chano Alvarado.
El Dr. Juan Bullón Ames, Ingeniero Agrónomo especialista en suelos, firmó la
resolución de creación como Rector y fue él que en su condición de haber nacido
y crecido en Perené tuvo un compromiso moral con la selva central, por lo que
dio todo el apoyo a este proyecto.
Antes de la creación (1994)
Participé en algunas reuniones con Don Manuel Juica, el Ing. Rubén Caballero, el
Ing. Víctor Cahuana y Alcántara Cedrón de los madereros. El Colegio de
Ingenieros con su Comité Local de Satipo, tenía unos cuantos ingenieros, entre
ellos, el Ing. Rafael Hurtado, Ing. Nieva Vaquerizo, Ing. Román Peña, Ing. CesarDe la cruz, Ing. Walter Arca, Ing. María Sánchez, entre otros; todos apoyaban la
creación de la universidad. La Municipalidad Provincial era la que lideraba la
propuesta, a la cabeza el Sr. Alejandro Morvelí y sus regidores: Gedeón García,
Clemente Velásquez, Jovita Romaní, Chano Alvarado, Sra. Velásquez, Huanquis;
los de oposición: Carlos Huari, Carmen Rojas y Gelacio Jerónimo.
De la cruz, Ing. Walter Arca, Ing. María Sánchez, entre otros; todos apoyaban la
creación de la universidad. La Municipalidad Provincial era la que lideraba la
propuesta, a la cabeza el Sr. Alejandro Morvelí y sus regidores: Gedeón García,
Clemente Velásquez, Jovita Romaní, Chano Alvarado, Sra. Velásquez, Huanquis;
los de oposición: Carlos Huari, Carmen Rojas y Gelacio Jerónimo.
El Instituto Teodoro Rivero Taipe se había creado ya en 1991 con sede en
Paratushiali, donde tuvo protagonismo el Profesor Gelacio Jerónimo Rojas,
apoyado por el profesor Cayco; inició en Paratushiali 1992 y1993, pero luego lo
trasladaron a Satipo, quitando el esfuerzo del profesor Gelacio, por lo que no se
cansó de gestionar el retorno del Instituto a Paratushiali.
El otro sueño para la provincia era la creación de la sede de la Universidad; nadie
se oponía y todos apoyaban la gestión emprendida por el alcalde. Paratushiali
estaba bien organizado y tenía líderes que buscaban su desarrollo, el Profesor
Gelacio Jerónimo Rojas era regidor de la Municipalidad y su hermano Alejandro
Jerónimo era el Agente Municipal. Así que había la aspiración que funcione en
Paratushiali en reemplazo del Instituto.
Con el profesor Gelacio y el regidor Gedeón García un día formamos un comité
de retorno a Paratushiali del Instituto TRT, para el cual él ya había recogido
expedientes de algunos profesionales de la zona; yo entregué mi título y
colegiatura. Presentó el pedido al Ministerio de Educación; vino una comisión de
alto nivel a inspeccionar los ambientes de Paratushiali y del Mercado de José
Olaya, pero dado al conflicto surgido con los directivos y la convulsión social de
esos años no se pronunciaron al respecto.
En esos años se creó también el Instituto Pedagógico San Juan Bosco, además
una filial del Instituto Teodoro Peñaloza de Chupaca y también una filial de la
Universidad Nacional Faustino Sánchez Carrión de Huacho, carrera de Educación,
promovido por el Regidor Clemente y el Profesor Oropeza. En este contexto se
da la creación de la
Facultad de Ciencias Agrarias
Después de la creación
Se citó a una reunión a las personas y profesionales de la zona en la
Municipalidad a fin de organizar una comisión que haga posible la consolidación de los documentos que dieran lugar a las carreras. En esa reunión recibo la
propuesta del regidor Carlos Huari, en mi condición de Ingeniero Agrónomo
colegiado, para presidir la comisión, pero luego se designó a otra persona en la
reunión.
Se llevó a cabo un reunión para la elaboración del plan curricular de cada carrera,
donde llevé una propuesta de plan curricular de Agronomía, el cual lo hice a
mano con lapicero, regla y en papel bulki. En esa reunión estaban los
representantes de la comisión organizadora que venían de la UNCP Huancayo,
Mallma (Industrias), Mora (Zootecnia), Zorrilla (Forestal) y un agrónomo.
Participaron en dicha reunión Alcántara Cedrón (Representante de los
madereros), Rubén Caballero (Representante del Colegio de Ingenieros), Marino
Zuñiga, José Alomía, entre otros.
Llegó una comisión de la universidad presidido por el Ing. Dilfredo Mallma. En el
mes de diciembre de 1994, se convoca al primer Ciclo Pre Universitario, previo
concurso de cátedra, que se realizó en el Colegio Francisco Irazola. De los cuales
fueron seleccionados un grupo de docentes: Marino Zúñiga (Bachiller en Física
de la Universidad de Ingeniería - UNI), Eusebio Medina (Bachiller en Economía
de UNM - San Marcos), Rubén Caballero (Ingeniero Forestal - UNCP); José Alomía
(Ingeniero Agrónomo - UNHEVAL) y Alicia Morales (Licenciada en Pedagogía -
Biología Química - UNCP).
Marino Zuñiga ya tenía experiencia de enseñanza universitaria en la Facultad de
Ingeniería Civil e Industrial de la Universidad Hermilio Valdizán en Huánuco. Yo
venía también de dicha universidad con una amplia experiencia en la enseñanza
preuniversitaria, dirección de academias, seminarios, ciclo de repaso, ciclo cero,
simulacros de admisión, ayudantías de cátedra y una intensa vida universitaria.
Las clases del primer Ciclo pre Universitario se desarrollaron en las aulas del
Colegio Francisco Irazola, durante tres meses, enero a marzo, la Oficina Central
estaba en el primer piso de la Municipalidad de Satipo. Aquí se preparó la
primera promoción que postuló en marzo de 1995, para el cual viajaron hasta
Huancayo a rendir la prueba.
En 1995, durante la gestión del Ing. Dilfredo Mallma (Industrias Alimentarias) se
contrató a 6 docentes para enseñar los cursos generales, donde estaba Rubén
Caballero (Forestal), Magno Coronel (Veterinario), Cesar Castro (Zootecnista),
Miriam Álvarez (Industrias), Arancibia (Industrias) y Mabel (Industrias).
Los semestres 95-I y 95-II: funcionaron en el aula A en el segundo piso de la
Municipalidad, en el auditorio. El aula B en el local del ex Banco Agrario.
El Comité de Apoyo había gestionado la trasferencia de los locales de ENCI y los
terrenos forestales para que se haga la futura ciudad universitaria, pero cuando
todo estaba listo ´por una equivocación lo entregaron al Instituto Teodoro Rivera
Taipe. Posiblemente porque Don Guillermo Chumpitaz ya tenía el terreno más
grande y más cerca de Río Negro.
En 1996, ya era presidente de la Comisión Organizadora al Ing. Edwin Zorrilla, se
contrata al Ing. Ortega (Industrias) en reemplazo de Arancibia. Luego se contrató
a la Ing. Norma Beltrán (Química) y una profesora en Matemática del Brasil, que era esposa del Ing. Jesús Ticse y sus clases las daba en idioma portugués, a lo que
los estudiantes se esforzaban por entender.
Los semestres 96-I y 96-II, debía albergar un aula más, los cachimbos 1996, para
el cual acondicionaron como aula un local del patio municipal, donde había un
ambiente para oficina y uno para clases. Allí reposaba olvidado la estatua del
rondero sin pintar, los alumnos sacaron al patio a la estatua para hacer clases.
En 1996 estuve encargado de implementar un Laboratorio de Control Biológico
de Plagas en un convenio entre la Municipalidad Provincial y SENASA, en el cual
también se hizo algunas prácticas con nuestros estudiantes de la UNCP.
Luis Huaroc Cuba (1997-1999)
En 1997, el nuevo presidente de la Comisión Organizadora era el M.Sc. Luis
Huaroc Cuba (Ing. Agrónomo) y como ya entraban a especialidades (V Ciclo)
contrató a varios ingenieros agrónomos como al Ing. Jesús Villalba, Ing. Martha
Artica Cosme y al Ing. Luis Flores. Había un grupo nutrido grupo de estudiantes
de Agronomía de la primera promoción, que exigían más docentes. Siendo Jesús
Villalba el brazo derecho de Luis Huaroc al encomendarle la Presidencia de la
Comisión de Asuntos Académicos. Villalba siempre interpretaba la norma a favor
del alumno, ya que era un principio del derecho, según decía en reiteradas veces
“La duda favorece al estudiante”. Él se encargó de regularizar toda la parte
académica de la Facultad.
Yo participaba siempre enseñando en el centro preuniversitario de los años
1995, 1996 y 1997 de enero a marzo y durante el año. Asimismo, apoyaba en
labores de charlas, proyección social y algunas prácticas de laboratorio con los
estudiantes de Agronomía en el laboratorio de Control Biológico en la
Municipalidad.
Para el segundo semestre del año 1997, se convoca a concurso de cátedra para
una plaza de contrato en Sanidad Vegetal, el cual se llevó a cabo en un aula del
ex Banco Agrario, en el frontis de la Plaza de Satipo, donde también participó el
Ing. Martín Carhuas. A partir de esa fecha el Ing. Luis Huaroc me encarga la
Coordinación de Agronomía, el cual desempeñé por varios años. Las clases se
daban en la localidad de Paratushiali, donde había dejado aulas y terrenos el
Instituto Teodoro Rivera Taipe; aunque estos locales pertenecían a La Breña del
ejército, pero las autoridades de Paratushiali lograron pasar a propiedad del
pueblo, ya que lo administraba la comunidad. Había piscina, aulas de madera,
terrenos de cultivo, piscigranjas, entre otros. Los cachimbos estaban en una sola
aula, al igual que el III semestre, pero el V semestre estaba partido en 4 salones
según especialidades.
La oficina central de la Facultad funcionaba en el patio de la municipalidad
provincial. Primero en un ambiente del fondo y luego pasó al costado, pero era un ambiente pequeño donde funcionaba todo y había que soportar el calor de la
tarde. Las clases se daban en Paratushiali, donde también había un comedor. Por
las tardes los alumnos iban a la Biblioteca Especializada ubicada en el ex Banco
Agrario en el frontis de la plaza de Satipo, para el cual se gestionaron libros.
En marzo de 1998, se convoca a Concurso de Cátedra para nombramiento de
docentes de la Facultad en todas sus carreras. El concurso se lleva a cabo en la
ciudad universitaria UNCP. Para el cual viajamos en época de lluvia, no había
pase, pero así llegamos haciendo escala y caminando los huaycos.
Nos dieron 3 temas al sorteo para preparar la clase y exponer al día siguiente.
Esa noche hubo apagón en la ciudad de Huancayo y en la Calle Real en plena
oscuridad me encontré con el Ing. Rubén Caballero, que también estaba
preparando su exposición. Las clases deberían ser con transparencias, que eran
micas fotocopiadas y traslucía las imágenes con un proyector de transparencias.
No había libros en Huancayo, pero logré conseguir emprestado unos libros del
Ing. Zenón Mata, que aún no le conocía.
Luego del concurso de cátedra los docentes nombrados al 14 de abril de 1998
como Docentes Auxiliares a Tiempo Completo, fueron:
- Ing. Rubén Caballero Salas (Forestal)
- MVZ. Magno Coronel Orozco (Veterinario)
- Ing. Jesús Villalba Bonifacio (Agrónomo)
- Ing. José Alomía Lucero (Agrónomo)
- Ing. Norma Beltrán Chávez (Química)
- Ing. Angélica Castro Garay (Industrias)
Un Jefe de Práctica:
- Bach. Edgar Muñoz Hinostroza (Agrícola)
Contratados en 1998:
- Ing. Manuel Marín (Agrónomo)
- Ing. Mognaschi (Zootecnia)
- Ing. Cesar Oscanoa (Agrónomo)
Un día estaba llamando por teléfono fijo a Huancayo el Ing. Huaroc pidiendo
el nombre del nuevo Ingeniero Zootecnista de la UNAS; entonces dijo:
¿Cómo se llama el Ingeniero? – Le respondieron: Mog –nas – chi. Él confirmó:
- ¿Mog – nas – chi?- Y le volvieron a responder: ¡chi! Y se produjo una
reconfirmación repetida: ¿chi?... - ¡chi!...- ¿chi?...-¡chi!.
Por esos años las autoridades eran el rector Esaú Caro Meza y vicerrector el
Ing. Hugo Ayala, el secretario era el Antropólogo Echaúd, y entre otras
autoridades estaban siempre el Ing. Cochachi de la Facultad de Química y el
Ing. Oswaldo Rodríguez de la Facultad de Zootecnia, entre otros.
Un día de abril al caer la tarde, el alcalde de Río Negro Don Guillermo
Chumpitaz Quispe y regidores, nos habían invitado a toda la plana docente
encabezado por el Ing. Luis Huaroc, siendo regidores Don Guillermo
Chulluncuy, Federico Pariona y el profesor Pachari. Silenciosamente se
acordó dejar Paratushiali y realizar las clases en Río Negro, donde el alcalde
había adquirido 7 hectáreas de terreno y había logrado presupuestar un
proyecto de un pabellón de cuatro aulas. El argumento era que Paratushiali
era más lejos y no disponía de movilidad fluida que sí lo tenía Río Negro. De
esta reunión no sabían las autoridades de Paratushiali; pero luego al
enterarse hicieron llegar sus reclamos al presidente de la Comisión que era
el Ing. Luis Huaroc. La decisión había sido tomada, ya estábamos en Río Negro
y ante la falta de aulas nos cedieron aulas del Jardín, locales de madera que
la municipalidad que había dejado al trasladarse al nuevo local municipal de
la plaza. En ese semestre 1998-I se culmina el primer pabellón de cuatro
aulas. Los ciclos más avanzados ya pasaron al nuevo pabellón de la ciudad
universitaria con cuatro aulas amplias. Había movimiento entre la ciudad
universitaria y Río Negro.
Ing. Ide Unchupayco Payano (1999-2000)
En esta gestión fui designado como Secretario Docente, por recomendación del
Ing. Luis Huaroc; el Ing. Jesús Villalba seguía en la Oficina de Asuntos Académicos.
En esta gestión se priorizan docentes zootecnistas y se nombran dos docentes
auxiliares:
- Ing. Luis Enrique Bazán Alonso (Zootecnia)
- Ing. David Alfonso Amaya Cubas (Industrias)
Se transfiere a la Facultad al Ing. Noé Chuquillanqui Sedano (Zootecnista) de
la Estación Experimental Agropecuaria Satipo, y al Ing. Moisés Hurtado León
(Forestal) como apoyo en algunas asignaturas, siendo director de la EEAS.
Además se contrata a los siguientes docentes auxiliares en el año 1999:
- Ing. Luis Astuhuamán Pardavé (Zootecnia)
- Ing. Surveyor Cochachi (Zootecnia)
- Ing. León Oscanoa (Industrias)
- Ing. Betzabet Hurtado Estabridis (Industrias – UNA-LM)
- Un sociólogo Para el año 2000 se nombra un biólogo:
- Biol. Leonidas Alponte Sierra (Biólogo-UNMSM)
Se contrata a los siguientes docentes auxiliares en el año 2000:
- Ing. Violeta Vílchez (Química)
- Ing. Rossana Tazza Matta (Industrias)
- Lic. Rubén Jara (Lic. en Educación Matemática-Física).Como personal de apoyo llegó el Sr. Félix Ingaroca para la parte
administrativa, quien por su labor sindical había sido castigado para estar en
la sede Satipo. Sin embargo, se le veía discutir casi siempre con el Ing. Ide,
reclamándole sus derechos
Ing. Julio Barrera Yupanqui (2001)
En esta gestión fui designado como Presidente de la Comisión de Asuntos
Académicos en reemplazo del Ing. Jesús Villalba, el mismo que se oponía a
dejar el cargo y tuvo fuertes conflictos con el Ing. Julio Barrera; así que al
finalizar el semestre no quiso entregarsus notas de aplazados de 10 alumnos,
quienes habían obtenido notas entre 10 y 11, pero no se sabía quiénes eran,
no había forma de comunicarse con ellos. Así que cumplido el plazo no me
quedó otra alternativa que ponerles 10 a todos y así salió en la boleta
desaprobando a todos. Luego a la matrícula aparecieron 4 estudiantes que
tenían en sus exámenes 11, quienes solicitaron rectificación y se solucionó el
problema. Este hecho siempre recordaba Villalba como anécdota muy
graciosa de una “solución matemática” de mi parte ante un caso tan delicado
que él consideraba imposible de resolver.
El Ing. Julio Barrera era Ingeniero Mecánico, pero había cumplido funciones
de decano en Ciencias de la Comunicación, por lo que tenía las habilidades
para presentarse con corbata en la televisión local y poder marketear la
Facultad. Hablaba que había visitado Rusia. Según él como era comisión
organizadora no se podía firmar ningún documento de certificados o
constancias, ya que no era legal y podríamos envolvernos en problemas
posteriores.
Un día el Presidente del Centro Federado de estudiantes organizó una
reunión para destituir al decano. Pero dada la experiencia y larga trayectoria en el manejo de asambleas del Ing. Julio Barrera, consiguió revertir el caso y
consiguió que se vaya el presidente del Centro Federado y sea reemplazado
en el acto por otro estudiante Cárdenas. Siempre recordaba esta anécdota
refriéndose al que “fue por lana y salió trasquilado”.
En esta gestión se contrata a los docentes:
- Ing. Joarroquine Carhuapoma (Agrónomo)
- Ing. Vicente Villar (Agrónomo)
- Ing. Camacho (Forestal)
En esta gestión se empezó a digitalizar las notas en el software académico,
para el cual se capacitaron el Ing. Camacho, la Ing. Tazza y el Lic. Jara. Nadie
más podía manejar el sistema y se guardaba en un disquete negro.
Ese año nos matriculamos a un ciclo de computación en Computrón en Satipo
con el Ing. Caballero y el MVZ magno Coronel. El primer día nos enseñó a
prender la máquina y entrar a Paint para dibujar un osito a blanco y negro,
luego a aguardar el archivo; aprendimos ese día a manejar el ratón y eso nos
bastó porque éramos expertos en máquina de escribir, así que el secreto
estaba en mover el ratón, así que al día siguiente pedimos que nos suspenda
las clases, ya que Word, Excel y Power Point era fácil; al mes exigimos nuestro
certificado.
En el año 2001 el examen de admisión se hizo en Satipo bajo la presidencia
del Ing. Julio y la participación de todos los docentes; hubo postulantes que
habían quedado fuera de la lista de ingresantes. Entonces el Ing. Julio de
buena fé hizo una ampliación al día siguiente y los estudiantes se
matricularon y empezaron a estudiar, pero luego la Comisión de Admisión de
la Universidad desconoció a los ingresantes adicionales, por lo que tuvieron
que dejar de estudiar y postular de nuevo en agosto y empezar de nuevo al
año siguiente
Ing. Rafael Acosta López (2002)
Era Ingeniero en Industrias Alimentarias, se dedicó a ordenar la parte
documentaria, sobre todo a regularizar todas las resoluciones en
archivadores que no se tenía hasta esa fecha. Siempre llamaba a los docentes
para hablarles personalmente en qué estaban fallando y darle un plazo para
regularizar y cumplir sus funciones. Ese año se contrata a otros docentes
auxiliares como:
- M.Sc. Carlos Marcelo Oyague (Agrónomo)
- Ing. Migdonio Espinoza (Zootecnista)
- Ing. Dax Bonilla Mancilla (Industrias)
Ese año ya empezaron problemas del cierre de la Facultad, por lo que un
grupo de estudiantes tomaron la carretera marginal a las ocho de la mañana
cruzando el bus de la UNCP y luego hicieron una marcha hasta la ciudad de
Satipo. Lo cual salió como noticia en los periódicos regionales por el impase
en la carretera, los viajeros tuvieron que caminar y tomar otro carro para
llegar a su destino.
Este conflicto fue regulado por primera vez por el Comisionado por la Paz de
la Selva Central que iniciaba a funcionar en Satipo, y que se había formado
con el rango de Viceministro, quien tuvo que mediar el caso.
Ing. Zenón Matta Adauto (2003)
Era Ing. Agrónomo y Magister en Didáctica Universitaria, se avocó a formalizar a
nuestra Facultad, ya que habíamos funcionado hasta esa fecha como una sede
sin Decano, por lo que no podía haber sustentaciones de tesis; carecíamos de
legalidad para ello, nuestras primeras promociones estaban tramitando su tesis
en cada Facultad de la sede central en Huancayo; algunas facultades no querían
reconocer a nuestros estudiantes y solo tres llegaron a sustentar:
- Jaime Danini Campos Tello (en Agronomía)
- Ángel Arana Tovar (en Zootecnia)
- Adela Martínez Varillas (en Industrias Alimentarias)
Los otros estudiantes que habían tramitado su sustentación, quedó en suspenso,
como Rómulo Pariona y David Salmanca.
Dado a su carácter sencillo y su fortaleza espiritual del Ing. Zenón Mata pudo
trabajar de la mano con Don Guillermo Chumpitaz Quispe (Alcalde de Río Negro)
y con Doña Mavi Quevedo de Arellano (Alcalde de Satipo). Con ellos consiguió
varias obras de infraestructura para la ciudad universitaria de Río Negro. De igual
modo, tuvo el apoyo del Rector Juan Camargo y la Vicerrectora Victoria Anccasi
para la parte administrativa hacia la consolidación de la Facultad.
Años antes el alcalde Guillermo Chumpitaz se había enfrentado verbalmente al
Vicerrector Ayala sobre el pabellón que hacía en la ciudad universitaria sin
conocimiento de las autoridades universitarias. Este hecho exacerbó los ánimos
de ambos y se enfrentaron verbalmente en plena ciudad universitaria ante el
asombro de los estudiantes. Este conflicto habría jugado en contra, ya que las autoridades universitarias impedirían a partir de esa fecha la construcción de
aulas en la ciudad universitaria sin su consentimiento, lo que ataba de manos a
Don Guillermo Chumpitaz, que ya estaba vetado. Se abrió una herida entre
autoridades. Es entonces que el Ing. Zenón Mata fue a Satipo a buscar apoyo del
alcalde municipal Roger Huari y luego Mavi Quevedo.
La denominación Tropical
En el año 2003 trabajamos un currículo por competencias para dar mejor
sustento a nuestra Facultad, dirigido por el profesor Montoya de la UNCP. Pero
al finalizar el año, las autoridades universitarias de Huancayo no quisieron que
siga funcionando esta facultad, aduciendo que había duplicidad de carreras con
las cuatro carreras que funcionaban en Huancayo como Agronomía, Ingeniería
Forestal, Industrias Alimentarias y Zootecnia. La ley Universitaria impedía que
funcionen carreras repetidas en Satipo, de modo que no había una salida para el
problema; salvo el cambio de nombre. Los estudiantes de Satipo no aceptaban
el cambio de nombre, solo querían exigir por la fuerza que se respete a nuestra
Facultad con sus cuatro carreras. Pero al analizar el contexto político de la
situación coyuntural, no teníamos mayoría en el Consejo y Asamblea
Universitaria; era lógico que llevado al voto nuestra propuesta iba a perder.
Entonces hice una revisión de carreras de Agronomía y encontré por suerte en
un catálogo de un periódico que en la Universidad Nacional San Antonio de Abad
del Cuzco tenía en Quillabamba la carrera de Agronomía Tropical y en el Cuzco
Agronomía. No había internet, solo periódicos. De modo que hice la propuesta
ante los docentes y estudiantes en el patio central que nuestra única salida era
proponer la denominación “Tropical” a todas nuestras carreras; sin embargo, no
fue aceptada por los docentes y estudiantes, quienes se encontraban dispuestos
a viajar y reclamar sus derechos a la ciudad de Huancayo. Todos decían que la
palabra Tropical nos limitaría el salir a trabajar a la Sierra o a la Costa, lo tomaban
como un impedimento para trabajar.
De modo que en una reunión aparte entre docentes y dirigentes estudiantiles se
acordó que el Ing. Zenón Mata haga la propuesta de respetar la denominación
de nuestras carreras; sin embargo, le anticipé la propuesta de llevar “el As bajo
la manga”, de no aceptar nuestra propuesta plantear inmediatamente la nueva
alternativa, la denominación “tropical”. Con ese acuerdo viajó a Huancayo
llevando un gran contingente de estudiantes.
Pero tuvo que “hilar fino” el Ing. Zenón Mata con el apoyo de estudiantes que
viajaron representados por Fernando Blanco como Centro Federado, Luis Oré y
Elvis García como miembros de Asamblea Universitaria. Las municipalidades de
Satipo y Río Negro solo dieron dos volquetes cada uno para llevar a los
estudiantes a protestar en Huancayo, la crisis municipal no podía solventar
pasajes. Los estudiantes de Satipo que viajaron en la comitiva rodearon al
Consejo Universitario exigiendo solución al problema de la Facultad. Cuando en pleno Consejo Universitario no aceptaron la duplicidad de carreras, se propuso
inmediatamente la otra alternativa “Tropical” y así aceptaron el cambio de
denominación a carreras tropicales. Con este triunfo regresaron victoriosos los
estudiantes y docentes que viajaron para dar la noticia en Satipo en una reunión
ampliada. Nuestra Facultad había ganado una batalla. Se escuchó en la reunión
una voz fuerte: ¡Viva la Facultad de Ciencias Agrarias!.
Luego para consolidar la Facultad debíamos tener un profesor en la categoría de
principal. El Ing. Zenón buscó con oficio por varios días en todas las facultades un
profesor principal que se adscriba a la FCA – Satipo;solo la Facultad de Ingeniería
Forestal de Huancayo propuso al Ing. Pedro Arizapana Anccasi, a quien convenció
como amigo, y luego aceptó la propuesta de adscribirse a nuestra Facultad y
establecerse en Satipo luego de unos 40 años de servicio en Huancayo.
El pabellón administrativo
Ese año 2003, nos dirigimos a la reunión de presupuesto participativo en la
Municipalidad de Río Negro, el alcalde Chumpitaz estaba decidido en apoyar la
propuesta de construcción de nuestro pabellón administrativo en la ciudad
universitaria. Sin embargo, al llegar a la reunión, a pesar de haber ido en pleno
la plana docente y estudiantes dirigentes con el Ing. Zenón Mata, nos
encontramos con una fuerte oposición de sectores organizados como Mercado,
Hospital y Colegio José Gálvez, quienes pedían dejar de lado a la Facultad,
aduciendo que la UNCP debía construir nuestro pedido. Así que pasamos media
mañana argumentando y fue infructuoso; cerca de la una de la tarde todos los
alumnos y docentes incluido el Ing. Zenón se retiraron por cansancio y hambre.
Solo quedamos, yo, el Ing. Wilfredo Hurtado y el estudiante Elvis García, que no
queríamos perder la oportunidad ofrecida y voluntad del alcalde Chumpitaz.
Cuando ya iba terminar la reunión, en medio de la calma, pedí la palabra, como
docente universitario, no acepté que un pequeño grupo del distrito nos ganen
en habilidades sociales; el pedido inicial era de 120 mil soles, pero se me ocurrió
en ese mismo instante una propuesta “de las cenizas” y dije: “En aras del
desarrollo del distrito y la juventud estudiosa, pido que nos den solo 80 mil soles,
es decir una rebaja de casi al 50% para concretar nuestro ambiente
administrativo…”. En ese momento, como ya todo estaba calmado, aceptaron
nuestros opositores. Se firmó el acta, y así al poco tiempo se empezó a construir
el pabellón administrativo con ese monto.
A inicios del año siguiente ya se estaba inaugurando los ambientes
administrativos en una ceremonia especial organizada por la Municipalidad y la
Facultad donde se pudo ver la presencia de mucha gente y danzas.
Ing. Pedro Arizapana Anccasi (2004)
Como era Profesor Principal se pudo componer un Consejo de Facultad en Satipo
y de ese modo se elige Decano al Ing. Arizapana. Como Facultad ya podían
inscribir sus proyectos de tesis y tramitar las sustentaciones de tesis. El Ing.
Arizapana como decano recién pudo hablar en voz alta al Vicerrector Cerrón
Villaverde a nombre de nuestra Facultad, ya que antes no teníamos ni voz ni
voto.
En esta gestión se nombran los siguientes docentes:
- Ing. Cayo Leonidas Parra Vásquez (Forestal)
- Ing. Hernán Rojas Gutiérrez (Forestal)
- Ing. Carlos Faustino Marcelo Oyague (Agrónomo)
Contratados:
- Ing. Tim Yaringaño Barja (Agrónomo)
- Ing. Judith Llallico Manzanedo (Forestal
La oficina central de la Facultad estaba aún en el patio de la Municipalidad
Provincial de Satipo, las clases ya eran en Río Negro. Una tarde decidió el Ing.
Arizapana que nos traslademos a la oficina que se había inaugurado en Río
Negro. Fue un cambio necesario; así que todo llevamos a Río Negro y la oficina
en Satipo quedó como laboratorio de Industrias Alimentarias y el otro local del
costado como Biblioteca.
Luego con el alcalde de Río Negro Edgar Zevallos se construyó el segundo piso
del pabellón administrativo, el Laboratorio Análisis de Suelos quedando listo el
pabellón administrativo listo, pero con una proyección a cinco pisos.
Ciclo Cero
En el año 2005 el examen de admisión fue en Huancayo, nuestros postulantes
viajaron y solo ingresaron 11; estábamos a punto de desaparecer. Cuando el
Rector Jesús Sánchez Marín ingresa como autoridad nos propone fortalecer la
Facultad de Ciencias Agrarias, con una nueva modalidad de ingreso, el “Ciclo
Cero”; de este modo los estudiantes se preparaban en Río Negro y sus
evaluaciones eran en tres partes y en los tres saberes: conceptual, procedimental
y actitudinal. Se calificaban las pruebas a cargo de una comisión de la Facultad y
se publicaban el orden de mérito de los ingresantes y los no ingresantes. Las
vacantes no cubiertas se podían cubrir por segunda opción. De ese modo
recuperamos la población estudiantil, ingresando unos 80 cada año, hasta
alcanzar más de 500 estudiantes; una de las poblaciones más altas de la UNCP.
Ing. Jesús Villalba Bonifacio
Para el año 2009 llegan dos docentes encargados de Junín:
- Lic Anibal Huachos Pacheco (Lic. en Educación - Matemática)
- Lic. Raúl Inga Palacios (Lic. en Educación - Comunicación)
Fueron ellos que organizan la entrada del Ing. Jesús Villalba como decano por
voto mayoritario en Consejo de Facultad en una candente discusión en
campaña.
El Ing. Villalba era Ingeniero Agrónomo de la UNCP, estudió maestría y
doctorado, llegó a ser decano de la Facultad y se avocó en hacer convenios con
las Municipalidades de la zona, de modo tal que se podría descentralizar la enseñanza y los estudiantes podrían estudiar en sus distritos, pero la
Municipalidad debía costear con los gastos de traslado de los docentes, de ese
modo se abren sedes en Mazamari, Pangoa y Pichanaki, en cada sede se
habilitaron ambientes. Para Mazamari el Colegio Mariátegui, para Pangoa el
Colegio San Ramón y luego el local comunal de Chavini, en Pichanaki el colegio
en Ashaninka, Mariátegui y luego el Colegio Gonzales Prada. Las clases se hacían
en las mañanas en Río Negro y por las tardes para las sedes distritales. En las
sedes funcionaban hasta el IV ciclo como estudios generales; las de especialidad
se hacían ya en Río Negro.
Una tarde al regresar de Pangoa, el Ing. Villalba fallece en un accidente de
tránsito que conmovió a toda la comunidad universitaria. Fue despedido con
honores de la ciudad universitaria de Rio Negro. Su velorio fue multitudinario y
sus restos fúnebres fueron enterrados en el cementerio de Huancayo.
Luego llegaron otras municipalidades distritales para instalar otras sedes como
en Río Tambo y Pariahuanca, pero no fue posible por la distancia y la recargada
labor académica de los docentes. Posteriormente la nueva Ley 30220 impedía
abrir sedes fuera de la ciudad Universitaria.enseñanza y los estudiantes podrían estudiar en sus distritos, pero la
Municipalidad debía costear con los gastos de traslado de los docentes, de ese
modo se abren sedes en Mazamari, Pangoa y Pichanaki, en cada sede se
habilitaron ambientes. Para Mazamari el Colegio Mariátegui, para Pangoa el
Colegio San Ramón y luego el local comunal de Chavini, en Pichanaki el colegio
en Ashaninka, Mariátegui y luego el Colegio Gonzales Prada. Las clases se hacían
en las mañanas en Río Negro y por las tardes para las sedes distritales. En las
sedes funcionaban hasta el IV ciclo como estudios generales; las de especialidad
se hacían ya en Río Negro.
Una tarde al regresar de Pangoa, el Ing. Villalba fallece en un accidente de
tránsito que conmovió a toda la comunidad universitaria. Fue despedido con
honores de la ciudad universitaria de Rio Negro. Su velorio fue multitudinario y
sus restos fúnebres fueron enterrados en el cementerio de Huancayo.
Luego llegaron otras municipalidades distritales para instalar otras sedes como
en Río Tambo y Pariahuanca, pero no fue posible por la distancia y la recargada
labor académica de los docentes. Posteriormente la nueva Ley 30220 impedía
abrir sedes fuera de la ciudad Universitaria.
La ley Juan Santos Atahualpa
En el año 2011, sale la Ley de creación de la Universidad Intercultural de la Selva
Central “Juan Santos Atahualpa” – UNIJCSA; creando la nueva universidad sobre
la base de la Facultad de Ciencias Agrarias. De modo que como era Ley, el rector
y vicerrectores de la UNCP acataron la Ley y nos desconocieron como Facultad,
ya no habría examen de admisión y los estudiantes deberían terminar sus
estudios en Huancayo, los docentes íbamos a ser trasladados hasta que cumpla
el plazo de nombramiento. La ciudad universitaria debíamos entregar a la
Comisión Juan Santos Atahualpa. La Facultad iba en camino del cierre definitivo.
El alcalde provincial era la única autoridad que podría revertir el caso haciendo una propuesta de respeto a la Facultad de Ciencias Agrarias; pero fue peor, ya
que él también estaba de acuerdo con la Ley y la desaparición de nuestra
Facultad; proponía además que la sede sea en La Merced, aduciendo que
universidad es sinónimo de problema para Satipo.
Un grupo numeroso de postulantes que habían ingresado a la universidad vía
Ciclo Cero en Río Negro estaba en camino de recoger su dinero invertido por
orden de vicerrectorado de la UNCP. Les negaron su ingreso y su matrícula al
primer ciclo. Entonces surge la figura de 4 estudiantes líderes que deciden hacer
valer su ingreso a la UNCP y no recoger su dinero devuelto por la misma
universidad; entre ellos Rubén Cuadros, Quiroga Adriano, Elizabeth Dávila y
Liliana Gavilán. Se empaparon del tema y decidieron hacer valer sus derechos.
Se organizaron y convocaron a una marcha con pancartas que debía iniciar en la
plaza de Satipo. Coordinaron con el Centro Federado representado por Roberto
Estrada, y así fueron quienes me invitaron a la marcha un día antes.
Al día siguiente fui a la marcha y el punto de encuentro era la pileta del parque
de Satipo; pero no había nadie. Solo estaba mi persona y luego llegó Roberto
Estrada y poco a poco juntamos llamando por celular a un grupo de postulantes
cachimbos no reconocidos, a quienes el vicerrector les había propuesto
devolverles su dinero. Como era lluvioso el tiempo solo juntamos unos 20
estudiantes para iniciar esta medida de lucha. Nadie más se sumaba, inclusive
los mismos estudiantes universitarios y docentes tenían miedo, aduciendo que
el destino estaba hecho. La Ley era la Ley, y según ellos ya no se podía hacer
nada.
En el frontis del Proyecto Pichis Palcazú, en la plaza de Satipo, nos reunimos ese
pequeño grupo liderado por un cachimbo Rubén Cuadros Trillo, exigiendo que la
Universidad nos reconozca como ingresantes ya que había derechos ganados de
los ingresantes. En medio de la lluvia, pronuncié un enérgico discurso rebatiendo
la posición de las autoridades universitarias y del mismo alcalde provincial;
asimismo, Roberto Estrada hizo uso de la palabra ante la masa de estudiantes
respaldando la propuesta de exigir nuestros derechos. Al terminar el pequeño
mitin nos rodearon la prensa radial y televisiva local que estaban grabando y
filmando, algunos padres de familia y la población que estaba en la plaza, lo que
nos motivó a hacer una marcha por la plaza principal. Al medio día ya la noticia
estaba en todas las emisoras locales; al día siguiente había llegado a la ciudad de
Huancayo en las radios y los canales de televisión.
A partir de ese día salimos continuamente por todas las radios y noticieros; casi
todos los periodistas se sumaron a nuestro pedido y pronto había toda una
corriente de opinión de respaldo a la Facultad de Ciencias Agrarias. Los
periodistas que apoyaban eran Fernando Santos, Flavio Meza, Jacob Reyes,
Marcos Cabrejos, Mary Espinoza, Gina De la Cruz, entre otros. Edgar Zevallos
como alcalde de Río Negro también nos apoyaba, pero no podía decidir, la
decisión final era del alcalde provincial. Pronto se sumaron los docentes y A partir de ese día salimos continuamente por todas las radios y noticieros; casi
todos los periodistas se sumaron a nuestro pedido y pronto había toda una
corriente de opinión de respaldo a la Facultad de Ciencias Agrarias. Los
periodistas que apoyaban eran Fernando Santos, Flavio Meza, Jacob Reyes,
Marcos Cabrejos, Mary Espinoza, Gina De la Cruz, entre otros. Edgar Zevallos
como alcalde de Río Negro también nos apoyaba, pero no podía decidir, la
decisión final era del alcalde provincial. Pronto se sumaron los docentes yestudiantes de la Facultad respaldando a los cachimbos. También se sumó Yanet
Huari en su condición de joven Consejera Regional por Satipo, quien se avocó de
lleno en hacer valer sus derechos de los postulantes satipeños, a pesar de los
riesgos que demandaba la lucha en su condición de mujer..
Sesiones de Consejo Municipal
Se necesitaba que el alcalde de Satipo haga el pedido al Rector de la UNCP, de
modo que se pida la salida de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Ley UNICJSA
y se respete la continuidad de nuestra Facultad. El alcalde provincial se negaba
rotundamente, aduciendo que universidad era sinónimo de problema para
Satipo y respaldaba la propuesta que la nueva universidad sea tan lejos como La
Merced.
Solicitamos legalmente que se trate en sesión de Consejo Municipal nuestro
pedido; pero en uno y otro Consejo simplemente los regidores oficialistas nos
daban la espalda. Los regidores de oposición como Valverde era el único que nos
respaldaba. Los consejos se tornaban difíciles y acalorados, el pueblo empezaba
a apoyarnos y el alcalde con sus regidores en nuestra contra. A tanto reclamo,
el alcalde empieza a realizar sus Consejos lo más lejos de la ciudad, como en Río
Tambo, a donde no podríamos llegar.
Sesión en Mazamari
Hubo una sesión convocada en la Aldea del “Niño Beato” con toda la seguridad
y resguardo policial. Al cual asistimos masivamente tanto docentes como
estudiantes a exigir nuestros derechos, pero no nos dejaron entrar a la sesión;
quedamos afuera esperando la decisión.
Cuando se sometió a votación nuestro pedido nuevamente perdimos; sus
regidores no cambiaban de opinión y seguían la misma consigna del alcalde
fielmente. Al escuchar la negativa salimos a protestar a la calle, pero el alcalde
corrió a la puerta a querernos hablar y explicar; pero no le quisimos escuchar y
salimos gritando a la calle exigiendo justicia. Esa mañana salimos en marcha de
protesta por las calles de Mazamari, casi la totalidad de estudiantes se habían
trasladado a dicha ciudad.
Al llegar a Satipo fuimos a las radios para hacer conocer el resultado y a seguir
exigiendo nuestros derechos. Esa tarde Roberto Estrada y Rubén Cuadros me
llevan a que les acompañe a recoger un documento en un abogado entre las
calles Julio C. Tello y Junín; allí el abogado nos muestra un documento que según
él faltaba terminar; al leerlo el borrador tenía mil errores y muchas
incongruencias y ambivalencias, lo que nos hizo dudar si era abogado o no; muy
molesto nos dijo que no lo podía terminar porque estaba ocupado. Roberto
Estrada le increpó como estudiante universitario sobre el documento, a lo que el
abogado respondió que estaba trabajando para el alcalde provincial y no podía
traicionarlo. Entonces nos fuimos a buscar otro abogado.
Sesión en Sanibeni
Otro día fue la reunión en Sanibeni, allí le emplazamos al alcalde con toda la masa
estudiantil y docente, el alcalde irrumpió nuestra protesta aduciendo que
estábamos reclamando sin fundamento, un cachimbo le enfrentó verbalmente
dejando perplejo al público y al mismo alcalde provincial. El alcalde entró a su
sesión de consejo y nuevamente nos negaron nuestros reclamos. En los
alrededores del local había gente de seguridad no uniformada que lucían armas
de fuego, dispuestos estratégicamente para actuar si hubiese algún problema en
contra del Alcalde Provincial.
Sesión en Tzankuvatziar
Otra sesión fue en Tzankuvatziari, el alcalde se había previsto de prensa,
cámaras, parlante y todo instalado como tendiendo una trampa para denunciar
a los que hacen protesta o en todo caso identificar a los estudiantes cabecillas
de la marcha. Fuimos un bus repleto de estudiantes y algunos docentes. La
situación ya era en contra, nos querían ganar por cansancio, pero los estudiantes
no se rendían, amanecían y anochecían con su problema en la espalda. Cuando
llegamos, se acercó su aparato de prensa del alcalde haciendo ver que nos
estaban entrevistando para luego publicar en radio. Se dio la votación y perdimos
nuevamente. También ese día había bastante seguridad en los alrededores.
Una mañana los docentes de la UNDAC – La Merced habían llegado a Satipo para
reunirnos en la Facultad a fin de determinar la sede de la UNICJSA, si era Satipo
o La Merced; hubo reunión de docentes de ambas sedes pero no hubo ningún
acuerdo y se retiraron muy rápido.
Sesión en Satipo
Cuando todo se pensaba perdido, se dio otra sesión de consejo municipal; esta
vez en Satipo, en medio de un fuerte contingente de seguridad policial, tanto
uniformados como de civil, que lucían sus armas en el cinto. Para esta protesta
en la plaza de Satipo habían llegado seis estudiantes de la UNCP de Huancayo
dispuestos a todo; a lo que se sumaron Roberto Estrada, Percy Estrada, Dirk
Pachari, Rubén Cuadros, entre otros; así que a toda voz gritaban lemas en contra
del alcalde de Satipo. Se hizo cientos de carteles contra el alcalde. Al finalizar la
sesión de consejo quemaron un ataúd donde decía “Fuera Alcalde de Satipo”, el
mismo que fue llevado hasta el cementerio con el apoyo masivo de la población
Satipeña y el frente de defensa con don Gustavo Ferrol. Los estudiantes fueron
corriendo por la calles a protestar frente a las radios amarillas que hablaban a
favor del alcalde y en contra de la Facultad de Ciencias Agrarias. La situación se
estaba tornando inmanejable para el alcalde provincial.
Por otra parte, tuvimos que enfrentar a diario a los periodistas de la
Municipalidad de Satipo que hablaban en contra de la posición de defensa de nuestra Facultad; así también enfrentamos a la prensa y dirigentes de Pichanaki,
que se fueron contra nosotros, ya que ellos estaban de acuerdo con la Ley Juan
Santos Atahualpa. La salida de la Facultad de Ciencias Agrarias dejaba sin piso a
la UNICJSA, ya que su creación era a costa de nuestra Facultad. Todos los días
teníamos que rebatir las posiciones contrarias a lo que el pueblo de Satipo
defendía, su universidad.
La propuesta de Edgar Zevallos
Considerando la difícil situación el alcalde rionegrino había entablado diálogo
con un congresista de la región para proponer en el congreso una nueva ley que
cree la Universidad Autónoma de Satipo; tenía en la mano un proyecto de ley
presentado al Congreso, con el mismo fundamento que Tarma lo hizo con la
UNAT. Esto ponía en peligro la Ley Juan Santos Atahualpa. Así que enterados de
la propuesta se movilizaron rápidamente los interesados de dicha Ley UNICJSA.
Un día llegó a la Facultad un congresista Hurtado quien vino con el alcalde Edgar
Zevallos, a quien ya había convencido que se retracte, y quiso explicar la creación
de la UNIJCSA; pero no se animó a explicar en reunión de aula, muy temeroso
solo entró cerca a la puerta, se tomó fotos, nos habló de otros temas y se fue. En
el frontis de la Facultad habíamos puesto en la noche una banderola que decía:
¡Abajo la Ley Santos Atahualpa!. Pensaban que con este anuncio estábamos
pidiendo nueva universidad, pero no era así. No podíamos estar jugando a dos
caras.
Otro día llegó un profesor de la Universidad San Marcos, que era satipeño de la
familia Vásquez; le trajo el Dr. Carlos Mejía y nos presentó indicando que era
miembro de la comisión de creación de la UNICJSA, se reunió con mi persona y
el Dr. Magno Coronel, allí nos explicó que la UNCJSA no tenía nada que ver con
la UNCP, que ellos tenían otro camino y destino, sobre todo que sus carreras eran
otras.
Sexta reunión de Consejo
A la siguiente semana, el alcalde se vio rodeado de una fuerte presión de la
población, ya que se encontraba de espaldas al pueblo. Se dio una última sesión
del consejo sobre el tema de la Facultad, se había formado una comisión de
apoyo a la Facultad. El frontis de la municipalidad estaba lleno de estudiantes,
padres de familia y la población protestando contra el alcalde. La municipalidad
estaba resguardado nuevamente por un fuerte contingente policial armado. Este
era el día “D”, debido a la gran multitud en la plaza; yo en mi condición de
docente me puse a contemplar de la esquina del parque esperando el final. Ya
no había otra fecha, era ganar o perder para siempre. La Facultad de Ciencias
Agrarias se jugaba su última carta.
En medio de la protesta y el fuerte sol, asomó una comisión de personas de
Satipo que habían hecho suya la defensa de la Facultad; se pararon en la puerta de la Municipalidad y se dirigieron al público para dar la noticia favorable
diciendo lo siguiente: “Se aprobó el apoyo a la Facultad”. La gente celebró con
aplausos y vivas: ¡Ganamos! ¡Viva la Facultad de Ciencias Agrarias! ¡Viva la
UNCP!.
Luego de esa reunión el alcalde provincial cambia de opinión y decide dar el
apoyo a la Facultad para que retome su legalidad. De modo que viajan a
Huancayo una comisión de alcaldes distritales junto con el alcalde Edgar Zevallos
de Río Negro y toda la comitiva a pedir al Rector que se respete la Facultad de
Ciencias Agrarias. El decano era el Ing. David Amaya Cubas quien tuvo que
enfrentar toda este proceso difícil. Aceptada la propuesta en Huancayo, se tuvo
que recoger 5 mil firmas de la población satipeña en planillones especiales para
elevar al Congreso de la Republica, pidiendo la modificatoria de la Ley, indicando
que se deje fuera de la Ley a la Facultad de Ciencias Agrarias y pueda seguir
funcionando como tal. Fueron nuestros estudiantes que se volcaron a las calles
de Satipo a recoger en un solo día las 5 mil firmas.
Luego en Huancayo se tuvo que validar 5 mil firmas, así que por sí acaso, habían
recogido unas 6 mil firmas. Los dirigentes cachimbos que iniciaron la lucha y
algunos estudiantes del Centro Federado viajaron al Consejo Regional para
sustentar su pedido, ya que Yanet Huari no podía hacerlo, a pesar de ser
consejera por Satipo, debido a que llegó a ser enemiga acérrima del Presidente
Regional; así que se abstuvo de entrar a hacer el pedido por una estrategia obvia.
Luego de esto, con el aval del Presidente Regional, los planillones fueron llevados
al Congreso de la República por el decano David Amaya y a través de un
congresista se consiguió aprobar el proyecto de ley que modifica la Ley Juan
Santos Atahualpa. Una vez aprobado recién los postulantes fueron reconocidos
y matriculados legalmente
Percy Estrada, como dirigente estudiantil estaba buscando la forma de hacer un
cetro preuniversitario en la Facultad, lo cual no permitía la ley; por lo que le
sugerí que vaya a la Municipalidad de Río Negro y a la Municipalidad de Satipo a
hacer conocer su propuesta; la primera no aceptaron la propuesta, pero la
segunda municipalidad aceptó y fue así que apareció Cepremuni que funciona ya
varios años en Satipo.
. Los logotipos de la Facultad
Se organizó un concurso de logotipos para la Facultad, donde hubieron varias
propuestas, inclusive el arquitecto de la UNCP participó diseñando una C y una
A de color marrón como una especie de maderas superpuestas; pero no ganó, la
propuesta ganadora fue la que tenemos un café en granito como ojo de una
cabeza de tortuga y adornado alrededor con un color verde.
Luego las autoridades universitarias nos ordenaron hacer logos de cada escuela
para la página web, así que cada escuela con el material que disponía tuvo que
diseñarlo.
Agronomía Tropical: Lo diseñé como un café del cual nace una planta con hojas
verdes y blancas con aves que simboliza la agricultura sostenible.
Ingeniería Forestal Tropical: Lo diseñó el Ing. Moisés Hurtado León, que muestra
un bosque de árboles matizado con rayos de la luz solar.
Ingeniería en Industrias Alimentarias Tropical: Tomaron como base el engranaje,
las frutas y la fábrica de la industria.
Zootecnia Tropical: Lo diseñaron con rojo un vacuno decorado con líneas que le
dan un diseño tipo cuero, rodeado de una banda amarilla.
. Alejandro Toledo
Una mañana nos informan que el ex presidente iba a llegar a la Facultad para dar
una conferencia sobre “La Situación de la Economía Mundial”. El Ing. Luis Bazán
era el decano y debía buscar un maestro de ceremonia; así que me encarga ser
maestro de ceremonia del evento un día antes, dada a mi gran experiencia con
innumerables ceremonias no necesitaba preparar nada. Yo pensaba que iba a
llegar Toledo y su esposa Eliane y se podía hacer en un aula o auditorio. Pero
cerca de las 10 de la mañana llega una comisión previa y nos indican que debe
ser en el patio y alistan carpas y micrófonos, indicando que iba a llegar mucha
gente. Se alista y recompone el escenario, se dan toques finales y llega su
personal de seguridad para instalarse en los alrededores.
De pronto llega Toledo con su esposa y una comitiva de altos ex funcionarios de
Estado, entre ellas la ex ministra de la mujer Carmen Omonte, y de pronto se
llenaron de carros y camionetas de lunas polarizadas. Entraron muchos
seguidores tras Toledo. Dada la ocasión especial y nunca antes realizada en la
historia de la Facultad, de tener a un ex presidente y con la fama de economista
de Harvard, tuve que hacer la ceremonia y sobre todo la presentación poniendo
toda la fuerza y energía posible. Toledo se acercó y me dijo en voz baja: ¿Qué
tema voy a tratar…?. La economía mundial, le dije. Tomó el micrófono y empezó
a hablar que él era un error estadístico, que en Chimbote comía todo lo que se
movía; luego dijo entre otras cosas que él había viajado a China para pedirle al
presidente asiático que le diera solo un 5% de su mercado para venderle uvas.
Luego entabló un diálogo con el público, siendo la Ing. Miriam Cañari que le
reclamó de los bajos sueldos que perciben los docentes auxiliares, a lo que se
comprometió a duplicar y tomar en cuenta Las personalidades y el expositor recibieron el fuerte sol satipeño de las 11 de la
mañana; pero resistieron, ya que nos enteramos que se encontraban
prácticamente en campaña. Finalmente terminó la exposición y todos
empezaron a tomarse fotos con Toledo, Eliane y Carmen Omonte, como era
mucha la gente Eliane se molestó y dijo que no se vuelvan a tomar varias veces.
Al retirarse hacia la puerta de la ciudad universitaria, mucha gente se le acercaba
pidiéndole obras, compromisos, que sea padrino, que no se olvide de Satipo. No
le dejaban caminar, la gente le cerraba el paso, se tomaban fotos y se hacían
firmar autógrafos. En medio de la multitud y pleno sol, salieron, subieron a sus
carros y se fueron a almorzar a un recreo turístico a donde fue invitado el decano.
El pabellón de aulas
En el año 2012, llegó a la Facultad haciendo campaña para rector el Ing. Jesús
Pomachagua, solicitando apoyo en los votos y ofreciendo todo su apoyo para el
desarrollo de la Facultad de Ciencias Agrarias. Fue oportuno cuando le solicité la
construcción de un pabellón de aulas, que era lo que más falta nos hacía; este compromiso se plasmó luego en el expediente técnico por 1 millón 600 mil soles
cuando ya era rector. Para el financiamiento, el alcalde Edgar Zevallos propuso
dar un aporte municipal, de modo que en una reunión en la Facultad con su
gerente municipal Fernando Blanco se acuerda que la Municipalidad asumiría la
suma de 700 mil soles y la Facultad con 300 mil; Agronomía Tropical tenía un
monto de 150 mil y las otras escuelas sumaban entre todas los otros 150 mil.
Estos montos eran por pagos de derecho que hacían los estudiantes y se había
acumulado al no ser gastados en implementación; entonces era urgente que se
invierta antes que se pierda o revierta al tesoro público.
Este dinero fue depositado en arcas de la Universidad ya que la Municipalidad
no podría administrar según Ley. Pasaba el tiempo y el alcalde Edgar Zevallos
reclamaba el inicio de la obra pero no se hacía. Se había programado la
colocación de la primera piedra pero no se realizó. Se diseñó una maqueta del
pabellón con líneas ashaninkas según mi sugerencia por identidad. Pasaron
varios años, el alcalde Zevallos falleció luego de haber ganado la alcaldía
provincial, sin haber cumplido ese sueño del pabellón Ciencias Agrarias que ya
tenía una maqueta.
En el año 2016 a mediados de junio llega una comisión de Obras de la UNCP, con
ingenieros y arquitectos, donde estaba el Ing. Castañeda. El motivo era informar
sobre el inicio de obra después de unos 4 largos años. En el patio de la Facultad
se reunieron los estudiantes y manifestaron su total rechazo a la obra y al inicio
ya que siempre fueron engañados y estaban cansados de que utilicen a la
Facultad para hacer obras paralizadas como el Laboratorio de Investigación en
La Granja. Los estudiantes pidieron tomar de rehén a la comisión y se empezaban
a exaltar. En mi condición de modelador de la reunión, tuve que calmar los
ánimos de los estudiantes, indicando que hoy la Ley es drástica en estos casos y
que no se cometa actos que perjudicaría a la Facultad y a ellos mismos. Unos de
los integrantes retó a los estudiantes exaltados que le tomen de rehén, ya que él
no tenía miedo al haber sido alumno en los años 1980 y había enfrentado peores
cosas en la UNCP.
Hice lo posible por llamar a la calma de los estudiantes y expliqué que era la
oportunidad de la Facultad de contar con un pabellón moderno. Luego explicó la
comisión el motivo del retraso de la obra y fijaron la fecha de inicio y colocación
de la primera piedra; finalmente se retiraron ante la pifia de los alumnos. Tuve
que ofrecer las disculpas del caso a la comisión en mi condición de docente
anfitrión.
En julio del 2016 se puso la primera piedra y en ceremonia de autoridades
universitarias que habían llegado de Huancayo; ningún estudiante se acercó,
todos estaban distantes pifiando la ceremonia. Solo un joven de Industrias
Alimentarias Tropical se atrevió a tomar una pala de arena en representación de
los estudiantes ante la silbatina de los que estaban mirando de lejos. Ellos
pensaban que el pabellón era otro sueño frustrado y un engaño más.
La obra empezó rápido y en unos seis meses ya estaba listo para inaugurar, de
modo que el año 2017 se inauguró la obra con un total de ocho aulas
implementadas con modernos equipos y mobiliario. Fue una ceremonia especial
a lo que concurrieron el rector y vicerrectoras, los alcaldes provinciales y
distritales de la zona. Ese día también se entregó un ómnibus para transporte de
estudiantes.
Clases en Pichanaki
Las clases de esta sede se desarrollaban inicialmente en la Municipalidad, luego
en el Colegio Mariátegui, en otra oportunidad en el Instituto Tecnológico y
finalmente en la I.E. Gonzales Prada.
Cuando llegué al Gonzales Prada, encontré que era una institución de tres turnos,
mañanas, tardes y noches, inclusive sábados y domingos; unos niños entraban y
otros ya estaban saliendo, había una numerosa población escolar. Nunca vi en la
zona de selva tanta población escolar. Siempre estaban haciendo educación
física y ensayando música en el patio. Nunca estaba tranquilo el ambiente. Mi
primer día de clases fue con un grupo de estudiantes donde estaban los
hermanos Rúa Flores. No había llevado tiza, la pizarra era negra y de cemento,
lo cual imposibilitaba el trabajo, ya que fueron muchísimos los años en que había
dejado la tiza. Sin embargo, los profesores así trabajaban, salían empapados del
polvo blanco como era antes la educación.
A fin de no malograr mis amígdalas a la semana siguiente me compré una
pizarrita acrílica para poder desarrollar mis clases cómodamente; así que iba
colgado en mi hombro una pizarrita blanca. Un día me encontré con el Director
del Colegio, el profesor Fredy Izquierdo, que al ver mi pizarrita se dio cuenta del
cambio que faltaba a su institución, así que ese mismo día decidió comprar unas 40 pizarras grandes para todas las aulas. Así yo dejé de llevar mi pizarrita hasta
Pichanaki.
Con el profesor Fredy, nos conocimos en Satipo, en 1995 siendo Director del
Colegio Francisco Irazola; recuerdo que un día él necesitaba con urgencia hacer
un documento bien fundamentado pidiendo implementar los laboratorios del
Colegio; redacté el pedido a mano y luego con máquina de escribir y se envió el
documento con toda las firmas de los docentes; a los pocos días llegó una
camionada de módulos y equipos de laboratorio sofisticados de altísimo valor,
todos en cajas bien embaladas; él me encargó para recepcionar con una
comisión y disponer en los laboratorios de física, química y biología. Con esos
equipos hicieron algunas prácticas nuestros estudiantes de la UNCP en ese año.
También hicimos en el Colegio Irazola el proyecto de creación de las áreas
técnicas; luego hicimos un ciclo Pre Irazola con unos 400 estudiantes y finalmente
un examen de admisión “Irazola 95” también con unos 400 postulantes. Había
una gran demanda para las áreas técnicas que recién se había creado, sobre todo
computación.
Un sábado al mediodía cuando bajaba de mis clases del tercer piso, vi a los padres
de familia de Gonzales Prada que estaban rodeando al lavadero múltiple en el
patio, reclamando muy enojados porque el lavadero que tenía unos 10 caños se
había atorado. Unos echaban la culpa al Director, otros a la Apafa, otros pedían
presupuesto para rehacer el lavadero, pero no había solución, nadie podía usar,
el agua se estaba saliendo al patio con mal olor, las madres con sus ollas y platos
sucios. Yo que necesitaba lavarme, me acerqué a ver el caso y al observar en la
parte posterior había un tubo atorado, forzando levanté el tubo e hice caer todo
el arroz que había atorado y luego volví a colocar como estaba y el lavadero
empezó a desaguar todo el agua podrida en pocos minutos; luego ya podían usar
los caños nuevamente y los padres se quedaron mudos en silencio y uno de ellos
dijo - ¿así nomás era? - y volvió la calma.
Estando en la ciudad universitaria de Río Negro, en una oportunidad había
lavaderos y caños que estaban malogrados, necesitábamos que esté operativo
para el Licenciamiento de SUNEDU; en sesión de Consejo me ofrecí encargar de
ese trabajo, así que llevé mis llaves, teflón y pegamento, dejando todo operativo
en unos dos días. Al finalizar mi trabajo la Ing. Edith Vila me dijo: - “No sabía que
también tenía ese oficio.
Cepre y Admisión descentralizado
En los años 2017 y 2018, los procesos de admisión nuevamente fueron
desfavorables para nuestra sede, los postulantes debían viajar a Huancayo para
rendir sus exámenes y el problema fue que muy pocos ingresaban; la nota
mínima era 10.5 y solo unos cuantos alcanzaban vacante; la población estudiantil
bajó nuevamente hasta unos 340 estudiantes.
Como Director de Escuela Profesional de Agronomía Tropical todo el año 2018
me pasé exigiendo descentralización a las autoridades que nos visitaban, ya que
no era posible trabajar la acreditación y el licenciamiento sin tener el número de
ingresantes suficientes; habían postulantes, pero no ingresantes. Así que un día
llegó la Vicerrectora Administrativa Leily Maraví para hablar del proceso de
licenciamiento de la Facultad; lo que aproveché para manifestarle que los
procesos de admisión no estaban funcionando bien para nuestra sede y exigí que
se dé una solución a este problema en el año siguiente; la Vicerrectora aceptó la
propuesta. En otra oportunidad llegó la Comisión de Gestión de la Calidad, a
quienes también les dije de igual modo, que no podemos hacer calidad si está
fallando el sistema de ingreso a la Facultad; se comprometieron a interceder ante
la Comisión de Admisión, y así a una y otra autoridad me pase exigiendo una
solución a nuestro problema durante todo el año. La Facultad tomó cartas en el
asunto y empezó a exigir descentralización.
Finalmente, los buenos oficios de nuestras autoridades universitarias hicieron
que en el año 2019, recuperemos la población de ingresantes vía Cepre y Examen
de Admisión en Satipo alcanzando en marzo 96 ingresantes y en agosto 36, en
un solo año
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